Hace 43 minutos que acabó tu cumpleaños y cuanto me habría gustado poder hablar contigo y darte un abrazo como esos que siempre tú me dabas a mí.
Sé que a pesar de que para mí no fue un feliz día, tú lo pasaste muy bien allá donde estás, porque tú siempre acostumbrabas a pasarlo muy bien donde fuera y con quien fuera.
Tengo las ganas de escribirte y escribirte y seguir escribiendo a pesar de que no lo leas, he pensado que si escribo una carta y la quemo, por lo menos el viento se encargaría de llevar hasta ti lo que no puedo decirte personalmente.
Sigues siendo tan especial y siento tanto cariño cuando hablo de ti, tanta sinceridad en cada uno de los momentos que vivimos.
El tiempo esta vez no jugó a mi favor, pero confío en que un día nos encontraremos en otro carnaval y podré decirte todo, pero absolutamente todo lo que nunca te dije, podré decir por ejemplo que tu amistad vino a cambiar mil perspectivas que tenía de las cosas.
Son las 00.51 y lo único que puedo decir es: "gracias por todo mi Gastoncete".
No hay comentarios:
Publicar un comentario